lunes, 18 de enero de 2010

Análisis de un triunfo y una derrota: elecciones 2010

Desde 1958 que en Chile la centro-derecha no ha ganado una elección presidencial, de hecho en aquella oportunidad el candidato Jorge Alessandri Rodríguez al no obtener mayoría absoluta fue nombrado por el Congreso como Presidente de la República. No contamos, por supuesto, el gobierno del dictador Augusto Pinochet, que si bien gobernó junto a la derecha económica y política, no lo considero un gobierno legítimo ni democrático.
Para la Concertación de Partidos por la Democracia, centro-izquierda, se inicia una nueva etapa. Algunos hablan de refundación. Eso está por verse. Creo que los primeros afectados por este resultado, serán los presidentes de partidos, en particular Juan Carlos Latorre (Democracia Cristiana) y Camilo Escalona (Socialista). A mi juicio, el principal desafío es dar un norte claro a una Concertación que fue creada con una orientación principal: derrocar a Pinochet y, luego, liderar la transición a la Democracia. Hoy Pinochet no existe y la transición se ha dado por finalizada.
Por último, queda demostrado que la popularidad de un gobernante (en este caso de la Presidenta Michelle Bachelet con un 80%), no garantiza el apoyo a un candidato; máxime cuando, en este caso, Eduardo Frei encarnó una Concertación carente de ideas y que se "durmió en los laureles", pues nadie puede negar que este conglomerado político fue tremendamente exitoso y dio gobernabilidad a Chile.
Sebastián Piñera si bien obtuvo un triunfo claro, deberá buscar consensos con la, ahora, oposición, pues la Concertación tiene mayoría en ambas Cámaras (Diputados y Senadores). Pero también deberá buscar acuerdos dentro de su propio sector, ya que él no pertenece a la UDI (partido gremialista, y con miembros ultraconservadores), partido que no sólo es mayoritario en la coalición ganadora, sino también que cuenta con visiones valóricas e históricas diferentes al Presidente electo. No olvidemos que la UDI, cuando Augusto Pinochet decretó la disolución de los partidos políticos en Chile, dijo que estaba de acuerdo, ya que el gobierno del extinto general los representaba en su plenitud. Sebastián Piñera fue opositor al régimen del dictador y votó por la opción No en 1988, al revés de la mayoría de sus actuales adherentes que participaron en aquella época, quienes apoyaban la prolongación del gobierno de Pinochet por otro período de gobierno.El pueblo ha hablado, que los políticos escuchen. En particular, la centro-derecha, que tiene una oportunidad histórica de demostrar que su pasado pinochetista quedó atrás y que su interés por el pueblo, que la eligió para gobernar por los próximos 4 años, es real y genuino. Y también la Concertación de Partidos por la Democracia, quienes deben trabajar en una agenda nacional alejada de vicios políticos que la población percibe como negativos.
A continuación coloco dos análisis de estas elecciones que me parecen dignas de considerar:

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