Hace una semana un día atrás, estábamos viviendo momentos dramáticos en Chile, más específicamente en la zona centro sur, las regiones del Maule y Bío-Bío. Nos enterábamos de lo que ocurría a través de rumores o por el par de radios locales que cortaban sus transmisiones durante el día para cargar sus baterías, ya que no había luz eléctrica. La situación ha ido mejorando paulatinamente. Las imágenes nos han demostrado que si bien el daño es extendido (el territorio afectado abarca ciudades que van desde Santiago y Valparaíso hasta Temuco, por el sur) fue la zona costera de las VII y VIII regiones las que más sufrieron. En cuanto a las ciudades más pobladas, sin duda Concepción y Talcahuano fueron emblemáticas: las primera, por el daño en las estructuras de los grandes y nuevos edificios que resultaron severamente dañados e incluso uno de ellos (Alto Río) se derrumbó cobrano vidas humanas; la segunda, por el tsunami que arrasó con los sectores bajos. Ambas tienen un punto en común: los saqueos. Seres infames de todos los niveles socioeconómicos, participaron del saqueos de tiendas y otros, más desalmados aún, incluso saquearon hogares de damninficados. Hoy la justicia, a través de la fiscalía de la región, ha capturado a algunos de estos saqueadores y llevados a tribunales... milagrosamente, la "conciencia" de algunos de estos desalmados se ha cargado de "culpa" ya han decidido devolver los bienes robados. Se habla de más de 500 millones de pesos recuperado en bienes, producto de este "conflicto de conciencia", que más bien es temor por ser capturados por la policía y los militares que casa por casa van registrando la existencia de productos saqueados.
En esta breve reseña de hechos, pues ya vendrán los análisis, hemos vivido ayer una jornada linda en la cual la población se volcó a las calles para ayudar a los más dañados por el terremoto y maremoto. Hubo una Teletón, donde se pretendía reunir 15 mil millones de pesos (el dolar está a $520.- chilenos). Se reunieron un poco más de 30 mil millones de pesos! Empresarios, trabajadores, instituciones y población en general colaboraron y siguen colaborando para ayudar a nuestros compatriotas en desgracia. Un ejemplo de ello, y que me llena de satisfacción, es haber visto a mi hijo el día de ayer reuniendo víveres en un gimnasio de Chillán, para llevarlos en caravana de 8 vehículos el día de hoy, muy temprano, a la ciudad de Cauquenes, para entregarlos. Gestos como este se multiplican en Chile. Claro, los saqueos impactan (y venden) más; pero la emoción en las palabras de la presidenta Bachelet anoche en la clausura de la Teletón y la acción de millones de chilenos ayudando de una u otra forma, inflan el corazón de emoción. En verdad me alegra ser chileno, pero más me alegra saber que los seres humanos aún tenemos dos cosas importantes: entrega y esperanza.
Como dije, ya vendrán las horas de los análisis, y de seguro serán interesantes. Hoy, sólo quise narrar un mensaje de que las cosas están mejorando, lentamente, pero van mejorando. Lo que sí mejoró mucho es el ánimo de la población al ver que, en el dolor y la destrucción, aún hay personas que lo del otro "no le es indiferente".
Uno de los debates que se han provocado viene desde el extranjero. Se trata del rol jugado por Milton Friedman, el fallecido economista de Chicago, y su influencia en que la destrucción en Chile no fuese mayor. Hay dos articulos que tratan al respecto, el primero es el del columnista del "Wall Street Journal" Bret Stephens, quien aboga por el positivo papel del Friedman, y el otro es el de Naomi Klein, publicado en "The Guardian" quien rebate la posición de Stephens. Espero que les sea de interés. Un abrazo y gracias.
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